Escucho un silbido. Miro hacia atrás, y, al volverme, me abofetean. Entonces reacciono y salgo de mis fantasias. ¿Para que me han servido? ¿Para escapar? ¿Para tener esperanza? ¿Para crear? Vuelvo a soñar despierta, los brazos caen lánguidos , mi respiración se hace más lenta, y siento un pellizco detrás de mi ombligo. El mundo que está fuera se ha parado. El de dentro está agitado…siento que viajo , que traspaso la materia… cosquillas en mi piel y escucho la música silenciosa del aturdimiento. Me burlo de la vida, con mis labios entreabiertos y húmedos, con una leve sonrisa…casi no puedo tragar saliva. Entonces recuerdo que ayer me dijistes …que yo era tú Fantasía.