Tras el lógico paréntesis obligado del Capitulo 26 de la Congregación Salesiana, celebrado en la Casa Generalicia de Roma, donde acudió nuestro entrañable amigo Don José Miguel Núñez Moreno, como Inspector de la ISMA, Inspectoría Salesiana de María Auxiliadora que engloba a los salesianos de Andalucía, Extremadura y Canarias, pero que Dios ha querido regrese elegido como flamante Consejero General de la Región Europa Este, para el sexenio 2008- 2014. Será el responsable de todas las Inspectorias de Bélgica Sur, España, Francia y Portugal. No cabe la menor duda que este carismático sacerdote salesiano, extremeño de cuarenta y cuatro año de edad, es imparable, dado que su entrega total y su capacidad le han hecho acreedor de este nuevo cargo al servicio de la Congregación Salesiana. Desde aquí, queremos reiterar nuevamente, nuestra más sincera felicitación y oramos al Altísimo para que le ayude y al Espíritu Santo para que le ilumine en su nueva labor, que redundará indudablemente a favor de los jóvenes más desfavorecidos y de todos los afortunados jóvenes en general que, tienen la gran dicha de poderse educar en un colegio salesiano. También pidámosle a “Ella que lo puede todo, la Auxiliadora de los Cristianos, para que le proteja bajo su manto de Madre.

Y seguidamente les dejamos que esta nueva e interesante entrega de “Palabras al oído” y finalizaremos esta entrega, con una carta escrita por nuestro buen amigo “Pepe Núñez” desde Roma, donde nos participa su nuevo nombramiento y nos habla como siempre, con ese carisma salesiano que le ha dado sin duda alguna Dios y que ha heredado de nuestro querido e ilusionante Don Bosco…

“Palabras al oído” - Año II. Número 38 - Semana 16/2008

“ENCENDER EL CORAZÓN”

Mis queridos amigos:

Hace tan solo unas horas que los salesianos hemos

concluido nuestro Capítulo General 26. Ha sido un

acontecimiento de gracia del Espíritu para toda la Congregación.

Como el Rector Mayor nos ha dicho en su

discurso de clausura, se trata ahora de encender el

corazón de los salesianos para que, partiendo de Don

Bosco, relancemos con fuerza el carisma salesiano para

seguir anunciando con entusiasmo y autenticidad al

Señor de la Vida entre los jóvenes más abandonados y

excluidos.

Se trata, pues, de volver a las aguas más limpias y auténticas

de nuestra historia para tomar impulso renovador

que nos lance decididamente hacia el futuro desde

un presente lleno de retos y oportunidades.

He recordado mucho estos días el inicio de nuestra

Congregación. Nuestra familia nace en un contexto impregnado

de una espiritualidad honda y sencilla a un

tiempo, pero muy pegada a la realidad cotidiana y con la

mirada siempre en lo alto. Don Bosco formó a un puñado

de jóvenes que crecieron junto a él y que, en buena

medida, no conocieron más familia que la del Oratorio.

De la nada, nuestro padre formó la Sociedad Salesiana

con los muchachos que él mismo forjó a su imagen y

semejanza y que no respiraron otro aire que el espíritu

generado en Valdocco con la explosión carismática

suscitada a través de la santidad de Don Bosco.

Un ambiente espiritual extraordinario que tiene la antesala

en aquel grupo de jóvenes que con Domingo Savio

y Miguel Rua el 8 de junio de 1856 dieron vida a la

Compañía de la Inmaculada. Tres años más tarde, en

diciembre del 1859, Ghivarello, Cerruti, Francesia que

habían sido también compañeros de Domingo Savio,

están entre los que adherirán a la propuesta de Don

Bosco de fundación de la Congregación. ¡Es un hechoextraordinario!

En el momento de la firma del acto de adhesión,

Don Bosco tiene cuarenta y cuatro años; Cerruti

tiene quince; Chiapale tiene dieciséis; Rovetto diecisiete…

Entre los firmantes, si exceptuamos a Don

Bosco y a Don Alasonatti (que ya era sacerdote diocesano),

¡la edad media no alcanzaba los veintiuno!

Verdaderamente Dios estuvo grande. Aunque en la

humildad de las habitaciones de Don Bosco, con un

cura campesino y un grupo de muchachos sencillos

como protagonistas, el evento tiene la portada de los

grandes acontecimientos.

El año próximo, diciembre de 2009, se cumple el 150

aniversario de la Fundación de la Congregación. Un

momento más que estimulante para dar gracias a Dios

por todo lo que el Espíritu Santo ha suscitado a través

de esta familia en los cinco continentes en un siglo y

medio de historia. Pero ocasión más que oportuna para

releer con las claves del siglo XXI las grandes intuiciones

que dieron origen a nuestra familia. Hemos de saber

encontrar dinamismos que estimulen nuestra respuesta

al Señor en fidelidad dinámica a cuanto Don

Bosco nos legó.

Como aquellos jóvenes de la primera hora, no podremos

tener otra mirada que la de nuestro padre, no puede

latir el corazón con otro latido que el de nuestro padre,

no pueden ser nuestras manos diferentes, en la

operatividad creativa e industriosa por el bien de los

jóvenes, de las de nuestro padre.

Encender el corazón. Es el viento del Espíritu que sopla

con fuerza en este tiempo nuevo que nos toca vivir y

aviva las brasas del alma.

Buena semana.

Vuestro amigo, José Miguel Núñez

inspector@salesianos- sevilla.com

Ahora la carta enviada desde Roma, hace unos días por nuestro entrañable y buen amigo Don José Miguel Núñez Moreno.

SALESIANOS DON BOSCO

      Roma, abril de 2008 

A/A DE LOS SALESIANOS Y DEMÁS GRUPOS DE LA FAMILIA SALESIANA DE BELGICA SUR, ESPAÑA, FRANCIA Y PORTUGAL

Mis queridos hermanos:

Un saludo cordial y afectuoso desde Roma, con mis mejores deseos en este tiempo pascual que nos llena de paz y alegría por la presencia viva del Señor Resucitado, que disipa nuestras oscuridades y temores.

Como bien sabéis, he sido nombrado por la elección de la Asamblea del Capítulo General 26 Consejero General de la Región de Europa Oeste para el sexenio 2008- 2014. Ha sido algo inesperado que me coge de sorpresa en mi servicio como inspector. Al mismo tiempo agradezco de corazón la confianza que se deposita en mí, y confío en la presencia del Señor y en la luz de su Espíritu. Es Dios quien conduce misteriosamente la historia, y en este caso también la historia de mi vida.

Durante todos estos días me he dicho insistentemente a mí mismo que lo único importante es “dejar a Dios ser Dios”. Ante la pregunta que me hizo públicamente el Rector Mayor solicitando mi aceptación dije simplemente “acepto”. Y lo hice por sentido de responsabilidad, por obediencia y con un real abandono en la voluntad de Dios que he creído descubrir a través de la votación de la asamblea capitular.

He vivido sentimientos encontrados en estos días. Siento que ahora el Señor me señala otro camino, invitándome a agrandar mi corazón y a seguir entregando mi vida a nuevos hermanos y nuevos jóvenes. Dejo el hogar de la Inspectoría de Sevilla, y me pongo en camino para ir a la tierra a la que el Señor me envía, confiado en su palabra. En esta amplia tierra de la Región de Europa Oeste, las

inspectorías de Bélgica Sur, España, Francia y Portugal serán, desde ahora, mi nuevo hogar con vuestro afecto sincero y generoso de hermanos. Deseo continuar acompañando a los hermanos, a la familia salesiana y a los jóvenes desde este servicio que ahora se me pide prestar, haciendo presente al sucesor de Don Bosco y animando las inspectorías con la reflexión y orientaciones del Capítulo General 26.

Estamos ante una etapa apasionante de la historia salesiana en Europa que nos ofrece multitud de oportunidades a la vez que nos plantea retos y dificultades. El Capítulo General 26 será un impulso carismático que ayude a cada salesiano y a nuestras comunidades, a los miembros de la familia salesiana, a los laicos que colaboran en nuestras obras a seguir renovando nuestra experiencia cristiana y salesiana para una misión decidida y fecunda para los jóvenes de Europa. Tenemos una hermosa realidad en nuestra región que hemos de saber discernir y valorar. El espíritu salesiano está fuertemente arraigado en nuestras inspectorías y la misión juvenil y popular se concreta en numerosas presencias vivas y comprometidas, con comunidades educativo- pastorales consistentes y proyectos bien definidos. Nuestro trabajo corresponsable con muchos laicos que comparten con nosotros el carisma y la misión de San Juan Bosco se ha desarrollado notablemente en estos años y nos ha abierto nuevos horizontes para el desarrollo de la misión salesiana.

Mirando con confianza hacia el futuro, hemos de seguir caminando juntos por la senda de la autenticidad personal y comunitaria; creando ambientes pastorales netamente evangelizadores; con preocupación efectiva por los adolescentes y jóvenes, sumidos en las nuevas pobrezas y en los riesgos de siempre, impulsando proyectos que respondan a sus necesidades, a sus anhelos, a su búsqueda de sentido y de fe; y por último, hemos de seguir cuidando una pastoral juvenil, que sepa acoger y evangelizar, orientar y sostener en el seguimiento de Jesús dentro de la Iglesia, con una propuesta vocacional clara, que esté fundamentada en la experiencia luminosa de la fe, con ofertas diversas y personalizadas de acompañamiento.

Nos mantendremos unidos en este camino, confiando en la presencia del Señor Resucitado, y reconociéndonos como hermanos comprometidos en la misma misión, con nuestras limitaciones, pero también con ilusión y esperanza. Deseo visitar pronto las inspectorías y

poder saludaros personalmente. Estoy a vuestra disposición. Lo más importante somos las personas y a vuestro servicio me dedicaré con todas mis fuerzas.

Quiero agradecer a D. Filiberto Rodríguez, en vuestro nombre, con profundo afecto, su entrega generosa y constante en estos largos años como Consejero General para nuestra Región. Su simpatía, su cercanía cordial, su actitud de comprensión y servicio han sido un regalo para todos nosotros. Que Dios le bendiga con su infinita ternura.

Rezad, por favor, por mí, para que pueda prestar este nuevo ministerio que se me encomienda con generosidad y acierto por el bien de la Congregación y de esta parcela particular que es Europa Oeste. Yo os tengo presentes todos los días a cada uno de vosotros y a nuestros jóvenes en la Eucaristía.

Un abrazo fuerte a todos. En comunión de intenciones.

José Miguel Núñez

Consejero General Europa Oeste